Bienvenidos a esta nueva semana temática del El Observatorio Educativo, titulada “Hijos y Tabaco”.

Son varios los padres que nos han escrito preocupados por cómo afrontar esta situación, por ello hemos creído conveniente tratar esta temática antes de hacer la semana temática de “La Marihuana» ; la cual llevaremos a cabo muy pronto y para la que será previamente necesaria la lectura de los posts de esta semana.

Es bien sabido por todos, los daños que causa el tabaco en adultos, los podemos ver en muchas campañas de marketing de tabaco y tenemos mucha información al respecto, incluso puede que tengamos algún familiar enfermo debido a ello;  pero cuando hablamos de menores, estos daños se agudizan considerablemente.

Los jóvenes empiezan a coquetear con el tabaco y el alcohol a edades cada vez más tempranas, pero ¿por qué lo hacen? ¿Les gusta realmente fumar? ¿Qué es lo que les atrae del tabaco?

Los menores pueden sentirse atraídos por el tabaco por varias razones:

  • Para hacerse los interesantes frente a su grupo.
  • Para intentar hacer nuevos amigos o integrarse en un grupo donde hay alguien que le interesa o lo valora.
  • Cuando en su grupo de amigos le han asignado un rol específico, que él mismo quiere consolidar para pertenecer a un grupo o tribu social (pronto hablaremos de las tribus urbanas).
  • Para parecer mayores. Hay que tener en cuenta que desde hace algunos años hemos visto un cambio social considerable en el que los menores cada vez quieren parecer más mayores a la edad que tienen, incluso adquiriendo hábitos que no son propios de su edad real. Esto se puede observar sobre todo en niñas.
  • Para dar la impresión de ser duros e independientes. Eso los favorece en la inserción social dentro de grupos o tribus, además de tomar el rol de líder.

Pero, ¿qué adolescentes o pre-adolescentes tienen mayor riesgo de caer en el hábito de fumar?

  • Los que están rodeados de gente que fuma, bien sean amigos, compañeros, padres, hermanos, etc.
  • Los que tienen baja autoestima e inseguridades. Son muy propensos a caer para poder tener un reconocimiento social y psicosocial frente a un grupo o tribu.
  • Los que piensan que fumando serán respetados. Suele pasar mucho con alumnos que han terminado Primaria y que han estado expuestos y sometidos a algún tipo de acoso escolar, y con algún mote con connotaciones ofensivas (maricón, foca, bosta, gorda, empollón, etc…) y que pasan a Secundaria en otro Centro. Ello conlleva una “vida nueva” para ellos, es la oportunidad de quitarse el mote, puesto que en el nuevo Centro muy poca gente lo conocerá, por ello el que puedan tener un cambio de actitud más “agresivo”, que en el fondo es “defensivo”; y ello conlleva, entre otras muchas cosas el que empiecen a fumar o a “hacer que fuman”.
  • También tenemos el caso de los menores que asocian el tabaco con diversión.
  • Los menores que han desarrollado poco las habilidades sociales, y se refugian en el tabaco como forma de paliar la ansiedad de la que no son conscientes.
  • Los menores obsesionados con los cánones de belleza actuales y la delgadez; ya que es bien sabido por todos que el tabaco es un inhibidor del apetito. Estos menores suelen haber sido también víctimas de acoso escolar en Primaria. Si se burlaban de ellos por la forma de sus cuerpos, sus sobrepesos, o incluso por razones de género o cultura, tendrán riesgo de coger el hábito de fumar como técnica de adelgazamiento.

Hijos y Tabaco

 

Espero que es post haya sido de tu interés. Mañana daremos pistas para detectar si tu hijo fuma.

Un saludo y hasta mañana!

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